Entonces, su perro tiene diabetes. Respire profundamente. Con buenos cuidados, su compañero puede llevar una vida larga y saludable.
Cuando los perros tienen diabetes, la clave es mantenerse en forma.
su perro tiene sobrepeso, perder algunos kilos puede ayudar a que sus células utilicen mejor la insulina, una hormona que mantiene controlados los niveles de azúcar en la sangre.
Esto facilita que su cuerpo convierta la comida en combustible.
El objetivo de cualquier perro con diabetes es mantener los niveles de azúcar (o glucosa) en la sangre lo más cerca posible de lo normal.
Esto ayuda a que su perro se sienta bien y reduce las probabilidades de que sufra complicaciones relacionadas con la diabetes, como cataratas que enturbian la visión e infecciones del tracto urinario.
La comida como combustible
Su veterinario determinará cuántas calorías necesita su perro cada día, basándose en su peso y nivel de actividad. Una vez que sepa esa cantidad, es importante vigilar de cerca lo que come y cuánto.
Los investigadores todavía están explorando qué dieta es mejor para los perros con diabetes. La mayoría de los veterinarios recomiendan una dieta alta en fibra y baja en grasa.
La fibra ralentiza la entrada de la glucosa en el torrente sanguíneo y ayuda a su perro a sentirse lleno.
Los alimentos bajos en grasa tienen menos calorías. En conjunto, la dieta puede ayudar a su perro a comer menos y a perder peso.
Pero asegúrese de que su perro beba mucha agua. La fibra toma agua del cuerpo, y eso puede causar estreñimiento y otros problemas.
A la mayoría de los perros les va bien con la comida que puede comprar en la tienda. Pero su veterinario puede recomendarle comida para perros con receta o una dieta casera desarrollada por un nutricionista veterinario.
El veterinario puede indicarle la mejor manera de cambiar la comida de su perro.
Sin embargo, ni siquiera la mejor dieta ayudará si su perro no la come, y no se puede administrar insulina a un perro con el estómago vacío. Puede enfermarlo mucho.
Si su perro no come tanto, puede ser porque no le gusta la comida. También podría significar que tiene otro problema, o que tiene complicaciones relacionadas con la diabetes. Hable con su veterinario.
Asegúrese de que su perro coma algo, aunque no sea lo ideal. Pero evite los alimentos blandos y semihúmedos para perros en paquetes, que suelen tener un alto contenido de azúcar.
El veterinario puede recomendar lo siguiente:
- Revuelva una cucharada de comida enlatada en su comida habitual.
- Esparza pollo desmenuzado o huevos revueltos en la comida.
- Añada una cucharada de caldo de pollo bajo en sodio a la comida seca.
Las golosinas entre comidas están bien, siempre y cuando sean bajas en azúcar y carbohidratos.
Evite los bocadillos que incluyan jarabe, melaza, fructosa, dextrosa o maltosa en la etiqueta de ingredientes.
Carnes deshidratadas caseras, zanahorias, guisantes, e incluso calabaza enlatada son buenas opciones.
El tiempo lo es todo
Equilibrar la insulina y la comida es como una carrera de relevos. El cuerpo procesa constantemente la comida y la insulina entre las comidas y las inyecciones.
La mayoría de los perros lo hacen mejor en un horario regular de 2-3 comidas al día. Como regla general, las inyecciones deben aplicarse cada 12 horas.
Hable con su veterinario para que su perro se adapte al horario correcto.
Pasear al perro
El ejercicio regular también ayudará a su perro a perder peso y a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Es mejor que su perro haga ejercicio durante el mismo tiempo y con la misma intensidad todos los días.
Un entrenamiento inusualmente largo o vigoroso podría hacer que los niveles de azúcar en la sangre bajen demasiado.
¿Planea una caminata difícil?
Hable con su veterinario para ajustar la insulina de su perro primero.
Puede tardar unos meses en llegar al «control de crucero», así que intente no preocuparse si los niveles de azúcar en sangre de su cachorro no están bajo control rápidamente.
Además, la pérdida de peso puede reducir la necesidad de insulina de su perro, así que compruebe sus niveles con frecuencia.
Cuidar de un perro con diabetes puede ser difícil al principio. Pero pronto los cambios formarán parte de su vida cotidiana.
El cuidado y la atención adicionales que le prestará pueden incluso fortalecer su vínculo.
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